Siempre se dice que la moxibustión es una de las 5 grandes ramas de la Medicina Tradicional China. Yo añadiría que más que una rama es parte del tronco. Basta para ello observar la palabra que en China es utiliza para referirse a la Acupuntura, “Zhen Jiu” que significa literalmente “Acupuntura y Moxibustión”. Por lo tanto, aguja y moxa forman un matrimonio inseparable.
Cuenta la mitología Griega que Zeus y Leto, tuvieron dos hijos Apolo y Artemisa. Apolo se asoció con el Sol y Artemisa con la Luna. Fue adorada como Diosa de la Fertilidad, y era habitual que sus adoradores le ofrecieran infinidad de regalos antes de un parto. De esta manera podemos entender el nombre de la planta herbáceo medicinal conocida como Artemisa, la madre de todas las hierbas, debido a su alto poder curativo y amplitud de campo de acción. Los chinos bien sabían esto, hasta tal punto que la incorporaron en su medicina de estado. La cultivaron, la cosecharon, la recolectaron y la veneraron...
Al igual que existen varios tipos de agujas y técnicas de inserción, lo mismo sucede con la moxa y la moxibustión. Una vez secada, la Artemesiae Vulgaris puede ser quemada utilizando uno de los métodos siguientes:
Moxibustión indirecta: la moxa no toca la piel
Puro
Es la forma más común de utilización. La artemisa se seca y se prensa en puros. Una vez prendido, se puede mantener fijo, rotar o picotear como si de un pájaro se tratase en el punto a estimular. Se mantiene la moxa a unos 5 centímetros del punto. El paciente debe sentir calor, pero no deberemos quemar, sino simplemente conseguir una rojez en la piel. Se puede también estimular el punto con la aguja insertada.
Aguja Caliente
Una vez insertada la aguja, colocamos un trozo de moxa sobre la cabeza de la aguja y prendemos. De está manera conseguimos el efecto doble de la inserción y de la moxibustión. Existe una variante llamada aguja de fuego, que consiste en encender un mechero directamente en la cabeza de la aguja hasta que esta se ponga al rojo vivo. El calor penetra directamente, pero no hay quemadura. Se utiliza fundamentalmente en dolores articulares por frío y humedad.
Moxa con Jengibre/Ajo
Cortamos una rebanada de jengibre de 0.2 cm de grosor y hacemos un agujero en su centro. La colocamos en el punto y ponemos encima un cono de moxa encendido. Repetimos la operación varias veces, hasta que el paciente note la zona caliente y tenga la piel roja. Se utiliza fundamentalmente en casos de vacío de yang y debilidad general, y especialmente en vacíos digestivos (Bazo y Estómago). Calienta, elimina frío y el gengibre por su naturaleza potencia este efecto. Cada 5 conos de moxa se cambia la rodaja. Funciona muy bien para diarrea y dolor abdominal.
Alternativamente usar este mismo procedimiento pero sustituyendo el jengibre por ajo.
Moxa con Sal
Se utiliza solamente en el punto RM8 (Shenque – Puerta del Espíritu) y en casos de colapso de yang, diarrea que no remite y fatiga extrema. Se llena el ombligo con sal, se coloca el cono y se prende. Cuando el paciente note mucho dolor, se retira con unas pinzas y se repite la operación.
Moxibustión directa: la moxa toca la piel
Los conos de moxa del tamaño de un grano de arroz son colocados directamente sobre la piel, y prendidos con una varilla de incienso. Se puede dejar que la moxa se consuma del todo (con cicatriz) o bien se puede quitar antes (sin cicatriz). Debido al dolor y a la aparición de quemaduras supurantes, este método está casi desterrado en Occidente. Se pierde así un arma de alta eficacia terapéutica.
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