Como todos sabemos la diferenciación de síndromes es lo más importante a la hora de evaluar a un paciente y establecer un principio terapéutico efectivo.
Esta diferenciación de síndromes de los Zang Fu se lleva a cabo mediante los 4 métodos de diagnostico: ver y oler, preguntar, escuchar y palpar. Una correcta conjunción de estos cuatro métodos nos llevará inexorablemente al síndrome o a los síndromes subyacentes y causantes de o de las patologías.
Para ello tendremos en cuenta los tres grandes grupos siguientes, siendo su dificultad de menos a mayor:
Síntomas
Lengua
Pulso
La sintomatología general la obtendremos mediante el interrogatorio. Una vez que hayamos definido lo que creemos son los síntomas presentados, pasamos al análisis visual de la lengua, lo cual es bastante objetivo, ya que diferenciamos forma, color, saburra, hidratación y espíritu. Por último, tomaremos el pulso para confirmar todo esto.
La asignatura del pulso es quizás la que más fascina y a su vez desanima a los occidentales en general.
Dicen que el dominio del pulso lleva años y años de concienciada práctica bajo la supervisión de un maestro. No lo dudo. Pero…
Recientemente leí un artículo sobre la pulsología china y el arte de la toma del pulso, escrito por Robert Flaws, otro gran conocedor y experto en Medicina China.
En su artículo Robert explica el gran secreto del dominio del pulso chino: “uno no puede sentir un determinado pulso a no ser que uno pueda conscientemente y sin error citar la definición académica de ese pulso. “
Es decir que si uno no sabe que un pulso resbaladizo debe sentirse “como si estuviera aceitoso, como perlas rodando en un plato y como si resbalara bajo los dedos”, jamás podrá encontrar un pulso resbaladizo. Pura lógica.
Probablemente, si uno dominase esta información, podría identificar un pulso resbaladizo de inmediato, y más sabiendo si la persona presenta signos de flema y/o humedad.
La Maestría por lo tanto, viene de ser un maestro en las cosas más básicas.
Esta diferenciación de síndromes de los Zang Fu se lleva a cabo mediante los 4 métodos de diagnostico: ver y oler, preguntar, escuchar y palpar. Una correcta conjunción de estos cuatro métodos nos llevará inexorablemente al síndrome o a los síndromes subyacentes y causantes de o de las patologías.
Para ello tendremos en cuenta los tres grandes grupos siguientes, siendo su dificultad de menos a mayor:
Síntomas
Lengua
Pulso
La sintomatología general la obtendremos mediante el interrogatorio. Una vez que hayamos definido lo que creemos son los síntomas presentados, pasamos al análisis visual de la lengua, lo cual es bastante objetivo, ya que diferenciamos forma, color, saburra, hidratación y espíritu. Por último, tomaremos el pulso para confirmar todo esto.
La asignatura del pulso es quizás la que más fascina y a su vez desanima a los occidentales en general.
Dicen que el dominio del pulso lleva años y años de concienciada práctica bajo la supervisión de un maestro. No lo dudo. Pero…
Recientemente leí un artículo sobre la pulsología china y el arte de la toma del pulso, escrito por Robert Flaws, otro gran conocedor y experto en Medicina China.
En su artículo Robert explica el gran secreto del dominio del pulso chino: “uno no puede sentir un determinado pulso a no ser que uno pueda conscientemente y sin error citar la definición académica de ese pulso. “
Es decir que si uno no sabe que un pulso resbaladizo debe sentirse “como si estuviera aceitoso, como perlas rodando en un plato y como si resbalara bajo los dedos”, jamás podrá encontrar un pulso resbaladizo. Pura lógica.
Probablemente, si uno dominase esta información, podría identificar un pulso resbaladizo de inmediato, y más sabiendo si la persona presenta signos de flema y/o humedad.
La Maestría por lo tanto, viene de ser un maestro en las cosas más básicas.
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