“A veces la artemisa se utiliza fresca, exprimida para extraer jugo. A veces se emplea en decociones. Otras se aplica como moxibustión para las 100 enfermedades. A veces se calienta en la sarten para aplicarla sobre la piel ya que puede circular libremente por el sistema de canales. A veces se envuelve en una bolsa ya que puede calentar el ombligo y rodillas. ”
Zhang Jie-bin
Todos conocemos y empleamos el uso más clásico de la artemisa, es decir la moxibustión directa o indirecta; sin embargo, existen y se emplean algunas otras.Planchado: se refiere a la colocación de sacos rellenos de artemisa sobre distintas zonas del cuerpo para luego poner un objeto caliente (una plancha por ejemplo) sobre ellos. La artemisa puede también ponerse sobre la piel directamente sin necesidad de sacos y calentarla a continuación. Por ejemplo para casos de Frío en el Útero.
Ahumado: dejaremos que la piel se impregne del humo de la moxa una vez encendida la artemisa, sin calentar la piel para ello, es decir sin contacto. Se utiliza en casos de infecciones de la piel debido a las propiedades antibacterianas de la artemisa.
Vapor: exactamente igual que la formula anterior, salvo que el humo no se obtiene mediante la acción del fuego sino del agua hirviendo.
Baños: primero haremos una decocción de artemisa. Luego podremos hacer baños con el liquido resultante o bien aplicar compresas empapadas en esta infusión de artemisa.
Del libro de Lorraine Wilcox, Moxibustion, A Modern Clinical Handbook.
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